Por: Joce Benites
Yeli es una mujer de 41 años de edad, profesionista, licenciada en ciencias de la comunicación, quien ganó la batalla contra el cáncer de mama, ella es madre de 2 niñas cuyas edades son 15, 10 y un pequeño de 9 años.
Comparte que siempre enfrentó la enfermedad con valor y fuerza, detalla que la vida nos pone pruebas muy difíciles, pero considera que ninguna es imposible de superar
“Todo lo que duele te hace crecer, todo lo que te hace crecer te hace más fuerte…”
Además, asegura que una persona optimista, siempre dará batalla a cualquier conflicto, ello a pesar de que las circunstancias personales y hasta económicas representen un freno y dice:
“Si eres positivo el cáncer no te matará, la mente manda, y mi mente siempre dijo que no moriría”.
Y aunque las estadísticas el sector salud, revelan datos escabrosos, ella asegura que la actitud ante este padecimiento es la clave para superarlo.
Yeli es una mujer emprendedora que se dedica a organizar eventos sociales, además de la repostería, para hacer frente a sus gastos, pues a raíz de su diagnóstico en 2022, se vio obligada a abandonar su empleo, por lo complicado que era atender a sus hijas e hijo y sobre todo por las excesivas horas que duraba en el hospital.
Comparte que su familia y amistades fueron pieza indispensable para atender a sus hijos y aligerar sus compromisos económicos.
La experiencia y el mensaje que da a la sociedad en general es conmovedor y despierta el amor a la vida y a la propia persona:
“Más que experiencia fue una enseñanza de vida, pues a veces creemos tener problemas cuando en realidad no los tenemos, mi ausencia en mi familia, los dolores que provoca la enfermedad, los cambios físicos, la aceptación… todo esto me enseño que tengo que disfrutar cada segundo de vida y no perder el tiempo en cosas banales”.
Como sobreviviente del cáncer de mama exhorta a las mujeres a realizarse exploraciones en sus glándulas mamarías, a amarse y sobre todo a disfrutar de la vida
"Nadie es más importante que tú, ni tus hijos, a veces las mamás nos descuidamos por atender a nuestros hijos y no pensamos en que si no estamos bien podemos morir y ya no habrá quien cuide de ellos, yo deje mi salud para después y después casi puede morir”.
Resalta la importancia de tenerse amor propio y hacer caso omiso a los estereotipos de belleza que la sociedad impone, ya que durante su tratamiento fue amputada del seno izquierdo.
“Ámate, porque si te amas sabrás que aunque tu cuerpo cambie, nada podrá decirte que no eres bella aun sin un pecho, sin cabello seguirás siendo hermosa. Disfruta, porque hasta despertar es una gran razón para festejar...” concluye.
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