Un agradecimiento especial a Anhel Amaya Carrillo Medrano, por compartir su autorretrato.
Por: Marite Hernández Correa.
Las niñas, niños y adolescentes deben ser vistos,
Escuchados. Uno de sus derechos fundamentales
es vivir una vida libre de violencia.
El maltrato en el mundo de las niñas, niños y adolescentes es una realidad. Vivimos en una sociedad adultocéntrica, sumamente violenta.
Las voces y sentires de las infancias históricamente marginadas, han sido calladas, minimizadas, controladas, y como señala Emilio García Méndez (1997), la historia de la infancia es la historia de su control. [1]
La categoría de infancia como ahora la conocemos, representa el resultado de un complejo proceso de construcción social cuyos orígenes pueden situarse en torno al siglo XVII.
La visibilización en torno al trabajo y explotación infantil en todas sus formas y aspectos, así es, como poco a poco empiezan a cobrar forma sus derechos.
Ante este panorama, es posible apreciar que la violencia como fenómeno es un asunto de orden social, que no solo se vincula con el ejercicio de la fuerza sino con elementos de dominación, opresión, invisibilización y exclusión que reivindican sistemas hegemónicos.
La norma se elabora y aplica a todas y todos, pero a partir de los deseos de unos pocos. Y aun cuando la violencia puede parecer un elemento disruptor del orden social, la realidad es que lo que se observa es la manifestación de una historia social plagada de violencia estructural en contra de niñas, niños, adolescentes, mujeres, personas con discapacidad, niñez en movilidad y grupos étnicos.
A pesar de los numerosos debates intelectuales que se han suscitado sobre la definición de la infancia y sobre las diferencias culturales acerca de lo que se debe ofrecer a las niñas y niños, en las últimas décadas se ha llegado a un criterio ampliamente compartido de que la infancia implica un espacio delimitado y seguro, separado de la edad adulta, en el cual los niños y las niñas pueden crecer, aprender, jugar y desarrollarse (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, 2007).
Cabe reconocer aquí, que sí hemos ido avanzando en el reconocimiento de sus derechos, pero esto ha sido con base en el avance de las civilizaciones, y de las enormes problemáticas sociales, políticas, económicas y culturales que han empujado hacia estos esfuerzos. Así como el desarrollo de una conciencia y reclamos a visibilizar una problemática injusta con las niñas, niños y adolescentes.
Dichas reflexiones y análisis han creado instrumentos jurídicos internacionales específicamente para tutelar los derechos de la infancia que priorizan su interés superior.[2]
Es a partir de la década de los 80 's del siglo pasado, que se empieza a considerar a las niñas, niños, como sujetos de derechos.
Es importante documentar e historiar, para tener memoria y seguir pugnando por el cambio de toda una cultura del control hacia ellos y ellas, para poder crear y establecer mejores herramientas que nos conduzcan a la concreción de sus derechos humanos y a priorizar su Interés Superior.
Las estadísticas son contundentes en la realidad social que nos ocupa, San Luis Potosí, es el lugar número 5 a nivel nacional en porcentajes de niñas, niños, y adolescentes en quehaceres domésticos en condiciones no adecuadas y el número 6 con mayores porcentajes de niñas, niños, y adolescentes en ocupaciones peligrosas. Con 6.6 porcentaje y 9.0 porcentaje respectivamente (ENTI; 2019).
Durante la pandemia se han reportado en la entidad, 70 homicidios con arma de fuego y 611 lesiones contra niñas, niños y adolescentes con arma de fuego, arma blanca u otros objetos no especificados (SESNP, 2019-2021). En el mes de enero del presente año, San Luis Potosí, ha reportado 588 llamadas al 9-1-1 por violencia al interior de los hogares (SESNP, 2022).
Por otro lado, el Informe sobre la violencia contra niñas, niños y adolescentes en San Luis Potosí elaborado por World Vision México[3], señala que, de las personas encuestadas más del 75% de las niñas y mujeres son quienes más perciben "la casa" como el espacio con mayor violencia; más del 90% considera la explotación sexual, la exposición de partes privadas y la violación como formas de violencia en contra de niñas, niños y adolescentes y 96% manifestó NO haber solicitado ayuda o apoyo del Gobierno para reportar casos de la violencia contra niñas, niños y adolescentes.
Las niñas, niños y adolescentes están atravesando por realidades sumamente complejas, en sus distintos espacios y problemáticas, en la medida que nos adentramos a sus especificidades, la realidad es brutal, realidad que debe ser cuestionada como adultos cuidadores, padres, madres, instituciones, a la sociedad toda.
Atravesamos una enorme crisis de identidad, la adicción a las nuevas tecnologías, la carencia de políticas públicas que los escuchen, violencias familiares más crueles, medios de comunicación vaciando información violenta todo el tiempo; donde ellos y ellas son los primeros actores en presenciar dichas noticias, pobreza alimentaria, desigualdad y explotación en campos agrícolas, acceso a derechos elementales como la salud, la educación, vivienda digna, esa es la realidad actual de nuestras infancias.
Así mismo, estamos viviendo un mundo cada vez más deteriorado y contaminado, una crisis medioambiental, sin parangón. Falta de servicios básicos como el acceso al derecho al agua, la violencia sistemática hacia sus cuerpos, emociones, hasta llegar a la pérdida de su vida.
El aislamiento de la pandemia que ha venido a recrudecer los maltratos, en el espacio que deberían estar seguras, seguros y protegidos, este espacio se volvió más inseguro, aunque muchos hogares ya lo eran. La consigna será un cambio de mentalidad profunda donde con una cultura de respeto, cuidado y amor podamos erradicar viejas prácticas y trascender a una cultura del respeto a la vida toda, a la naturaleza y a nuestras futuras generaciones.
[1] Centro de Estudios para el Adelanto de las Mujeres y la Equidad de Género. H. Cámara de Diputados. LX
[2] Convención de los Derechos de NNA y LGDNNA.
[3] Word Vision México. Informe sobre la violencia contra niñas, niños y adolescentes en San Luis Potosí. Iniciativa estatal para construir alternativas a favor de la niñez y adolescencia. Informe SLP Prensa.pdf. consultado el 7 de abril del 2022.
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