Qué significa que Llegamos todas, significa, como ella misma lo señala, “Llegan las que han tenido que callar y luego gritaron a solas, llegan las indígenas, las trabajadoras del hogar que salen de sus pueblos para apoyarnos a todas, las abuelas, que no aprendieron a leer y escribir porque la escuela no era para niñas, llegan nuestras tías, que encontraron en su soledad la manera de ser fuertes a las mujeres anónimas, las heroínas anónimas que desde su hogar, las calles o sus lugares de trabajo lucharon por ver este momento. Llegan nuestras madres que nos dieron la vida y después volvieron a darnos todo, nuestras hermanas, que desde su historia lograron salir adelante y emanciparse. Llegan nuestras amigas y compañeras. Llegan nuestras hijas hermosas y valientes y llegan nuestras nietas, llegan ellas las que soñaron con la posibilidad, de que algún día no importaría si naciéramos siendo mujeres u hombres, podemos realizar sueños y deseos sin que nuestro sexo determine nuestro destino. Llegan todas ellas que nos pensaron. Libres y felices.
No queremos ser menos, nunca más.
Palabras de Claudia Sheinbaum, Primera Presidenta Constitucional de México.
Fotografía: Facebook presidenta Claudia Sheinbaum
Por: Marite Hernández Correa
El 1 de octubre del 2024, se vuelve un parteaguas, para la historia contemporánea de México y un ejemplo para el mundo, la llegada de una mujer al más alto encargo político, ¡Presidenta, Presidenta, Presidenta! se vitoreaba, con emoción y alegría, desde la salida de su casa en la alcaldía de Tlalpan, en la Ciudad de México, pronunciada con “a”, pues sino lo nombramos, no existe y lo seguimos invisibilizando, con la convicción de no volver a ser nunca más no nombradas, pues somos seres humanas, dignas, con derechos humanos e historias propias.
Rompiendo techos de cristal, misoginia, estereotipos de género, violencias, discriminaciones y desigualdades, rompiendo estructuras culturales que durante siglos, sí, siglos, nos han soterrado al espacio privado, al cuidado de los otros, silenciadas, maltratadas, olvidadas.
Llega una mujer al poder público presidencial, ella misma dice, “No llego sola, llegamos todas”, reconociendo y visibilizando luchas y reivindicaciones históricas, de nuestras ancestras y ancestros, luchas y rebeliones de las mujeres, campesinas, indígenas, periodistas, maestras, doctoras, amas de casa, soldaderas, a todas esas heroínas anónimas.
Después de 200 años de la vida independiente de México, de los 500 años de la vida pública y política de México, no habíamos tenido una mujer Presidenta, por tanto la trascendencia histórica es de un hito inigualable, maravilloso y emocionante.
Así mismo, como ella lo dijo en su discurso: “Es tiempo de transformación y es tiempo de mujeres"; señalar desde la más alta tribuna y desde su investidura, que las mujeres hemos sido anuladas durante mucho tiempo, que se nos enseño a muchas de nosotras o nos contaron desde niñas historias que nos hicieron creer que el curso de la humanidad sólo podía ser protagonizado por hombres”, poco a poco esa idea se ha ido revirtiendo.
Sin embargo, todavía cargamos con resabios de esa cultura machista y patriarcal, es visibilizar las enormes violencias sistemáticas que hemos vivido, y que seguimos viviendo las mujeres, desde una perspectiva propositiva y crítica apostamos y confiamos que será una mujer gobernanta sensible a las enormes deudas históricas y sociales que vivimos hoy en día, esto no es un acto de magia, donde se espera que ocurra un milagro y que por el solo hecho de que sea una mujer que llega a la Presidencia se solucionará la desigualdad de género, las violencias, la discriminación, el machismo y el patriarcado que pervive en el corazón cultural de México.
Necesitamos acompañar y respaldar el proyecto transformador de la Cuarta Transformación, pues es un proyecto humanista, de justicia social e impulsor de una visión renovada atendiendo las necesidades más sentidas principalmente la salud y la educación.
Recuerdo entre pláticas con políticos potosinos machistas, por supuesto, donde expuse mi posicionamiento claro, que debíamos apoyar a la Dra. Claudia Sheinbaum, no solo por el hecho de ser mujer, y de que ya nos tocaba, sino que su candidatura era un un acto de justicia social, su trayectoria política, su papel al frente de la Ciudad de México y otros cargos, su posición de izquierda clara y honesta, aparte de su trayectoria académica y científica, escuche a algunos decir, “no, es vieja, no va poder, no va a ganar, seguimos siendo un pueblo muy machista todavía, y no va a ganar mejor, este, o el otro”, ¿a poco va poder con el Ejercito?, ¡imagínate, se le dirá comandante o comandanta de las fuerzas armadas!”. De ese tamaño o más, que ustedes ya sabrán, pues como mujeres hemos vivido en los espacios públicos las violencias y discriminaciones.
Donde nuestras voces son acalladas, donde nuestra capacidad es cuestionada, para ejercer decisiones en la vida pública, donde tenemos que justificar grosso modo nuestro actuar, pero el de ellos, ni se cuestiona o no se solicita una amplia justificación de su experiencia, sin embargo, a nosotras se nos interroga: ¿cuánta gente te respalda, cuánto dinero tienes, tienes título, eres casada, divorciada, madre soltera, tienes hijos, tienes tiempo en la noche, pues ya son tarde las reuniones, tienes auto, no se enoja tu marido que andes en estas reuniones, no te regaña?, etc… etc.. etc…
Considero que la llegada de una mujer consciente y humanista, al más alto cargo público, tiene un efecto sanador, y simbólico para reparar las enormes deudas sociales que tenemos como realidades dolorosa, ominosas difíciles de reparar: los feminicidios, las desapariciones, la migración forzada, la colusión del narcotráfico y las instituciones de impartición de justicia; la enorme inseguridad que permea a lo largo y ancho de nuestra república, el contubernio de capital económico y la política, la falta de servicios públicos básicos como la salud, la educación, un trabajo digno y remunerado, el acceso al servicio básico de agua, la incesante contaminación ambiental y el deterioro de los territorios y los recursos naturales.
Por tanto la Dra. Sheinbaum, tiene enormes retos en la gobernanza de un país moribundo, pero al mismo tiempo que se levanta con nuevos aires de transformación que le ha brindado la 4ta Transformación, buscar equilibrio e independencia en las relaciones diplomáticas, la lucha por la autodeterminación, la lucha por principios éticos y de servicios, la enorme burocracia gubernamental, consolidar la democracia para todas y todos; gobernar un país atrapado en el dispendio y la extrema pobreza, con un tejido social poco reparado.
Sin embargo, debemos tener confianza que este giro de 180 grados será la víspera de un cambio soñado, anhelado y luchado por muchos y muchas, deseamos de corazón que acompañemos desde nuestras trincheras y convicciones de izquierda, rememorando a los y las que nos han antecedido, el sueño de seguir la utopía de una Patria justa, inclusiva, democrática e igualitaria y sobre todo la eliminación de todas las violencias.
San Luis Potosí, SLP. 01 de octubre de 2024.
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